Los libros,
el origen de toda la magia de Cirene.

Los que vendrán
Colaboración de Carmen con un cuento en este libro de autores ecuatorianos

Carmen Irene
Escritora
“Hice mi primer cuento a los 7 años cuando aprendí a escribir, tenía un cuaderno donde dibujaba los personajes, ponía el título y escribía el cuento. Leía muchísimo a grandes de la literatura como Dumas, Shakespeare, Verne, etc. Desde ahí siempre escribí las redacciones, las oraciones, las carteleras, los ensayos, que me pedían. En sexto curso gané mi primer premio en un concurso de cuentos intercolegial.
Luego seguí escribiendo, hacía poemas, cuentos, relatos, me decían mis maestros y mi tía Fina que tenía la habilidad de condensar una historia muy grande en pocas líneas y la pura esencia, ese es mi gran don. Mis dos libros fueron escritos en varios fragmentos en muchos años que luego condensé y corregí en no más de un mes completamente. Así me paso escribiendo y el día que no lo hago es como si me faltara algo muy importante en el día.”

Cuentos para los dias de sol o de luna
"SOMOS DISTINTOS
PERO TENEMOS UN MISMO CORAZÓN"
La esencia de este libro de cuentos es dejar de generar estereotipos en las personas, dejar de encasillar. No siempre se va a ser el lobo malo también hay la posibilidad de ser el lobo bueno, de ser una niña y no ser siempre princesa, ser diferente.
Dejar de estereotipar a las personas y vivir en ese mundo donde todo se tiene que hacer con un modelo a seguir, como clave para guardar la autenticidad de cada persona.
Tienes 101 posibilidades de reflejarte en algunos de estos cuentos y sus personajes. Son perfectos, para cualquier día, porque la vida es la historia que cada uno quiere contar.


Al final
"LA VIDA DESPUÉS DE"
Son cuentos en donde se expresa lo que una niña siente hacia la pérdida, en muchos casos hacia la pérdida de su madre pero se podría relacionar con cualquier tipo de pérdida. El sentimiento de perder algo es muy importante saber como expresarlo y como ver el mundo después de esto.
Al final es un libro de todos los recuerdos de una hija y una madre unidas para siempre.
Los ojos de una niña de 4 años no entienden donde queda el país cielo, ni cuántas horas son una eternidad.
